El sol se llama Lorenzo
y la luna Catalina.
Catalina anda de noche
y Lorenzo anda de día.
Enamorose Lorenzo
de la blanca Catalina
y le pidió una mañana
si con él se casaría.
Fue muy sonada la boda
de Lorenzo y Catalina:
¡qué hermosa estaba la novia
con su manto de estrellitas!
