Óyeme niño coplero
hoy desempolvando el alma
apareció en mi trastero
aquella bandera blanca
que cuentan de aquel requiebro
de una noche de febrero
esa copla de locura
que cantaste a un pregonero.
Un pregonero que ahora
con los años ya vencío
no va a echarte en el olvío
y te devuelve cantando
su mejor copla del alma
transformándola en guitarra
pa ponerla entre tus brazos
y aunque le den calabazas
hoy te trae con su comparsa
su abrazo, su abrazo, su abrazo.
Que lejos de declararse enemigo
los piratas son amigos
unidos en la batalla
y juntos fuimos pese a quien le pese
el levante y el poniente,
la ventolera del Falla.
Que tengan que decir los miserables
Antonio hoy por tí yo me la juego
y en el nombre de brujo que fue el padre
de los comparsistas buenos
con la niña de mis ojos
¡Viva el pregonero! ¡Viva el pregonero!
