Perdoname hijo mio
por traerte a un mundo absurdo
si al mundo que te he traio
se le puede llamar mundo...
Perdoname la imprudencia
y aceptame este consejo
que, con la misma entereza,
un dia me dio mi viejo...
Camina siempre adelante
con la frente bien erguida,
enfrentandote a la vida
como los hombres de veras,
y en la vida nunca olvides
que no existe mayor crimen,
por mas que un juez no lo quiera,
que levantarle la mano
a esa mujer que a tu lao
se entega, se entrega, se entrega...
Que a una mujer lo mismo que a una rosa
se le mima primorosa
o se le deja en su rama...
Y el que la arranca y le quita la vida
es canalla mientras viva y
muere siendo canalla.
Oye bien lo que te dice tu pare:
por tu mare que es la que te ha pario,
defiende a la mujer de esos cobardes,
que indefensa la ha vendio
el juez que deja en la calle
a esos asesinos, a esos asesinos.
