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Edu reapareció sobre el césped de la ciudad deportiva más de tres semanas después de que se lesionase ante el Levante. El brasileño hizo por primera vez carrera continua y sus sensaciones mantienen viva la esperanza de que pueda volver a los terrenos de juego antes de que finalice la temporada. De hecho, el de ayer fue el primer paso del plan que se han autoimpuesto el jugador y el cuerpo médico para intentar que pueda disputar el derbi.

El atacante, que se recupera de una rotura en la unión miotendinosa del recto anterior derecho, se ha marcado como reto poder jugar ante el Sevilla, el único equipo de Primera, junto al Zaragoza, al que no le ha conseguido marcar todavía.

Edu acelerará su puesta a punto a nivel físico durante los próximos días y la idea es que hasta el jueves o el viernes de la próxima semana no se pruebe con el grupo. De ese test dependerá su concurso frente al Sevilla. “Llegará justito, pero tiene opciones”, confirmaba ayer el jefe de los servicios médicos del club, Tomás Calero.

Es más, si finalmente no pudiese reaparecer ante el Sevilla, como es su deseo, posiblemente diría adiós a la temporada y no arriesgaría jugando la última jornada ante el Getafe.